Asr significa era y saadath significa felicidad. Esta frase es un término de la historia islámica, utilizado para describir el período del Profeta Muhammad (saw). Después de él, hubo muchos períodos diferentes en la historia islámica, como los períodos de los Omeyas, los Abasíes, los Fatimíes, los Selyúcidas y los Otomanos. Antes de cualquiera de estas eras, fue la época de nuestro Profeta Muhammad (saw), y los eruditos de la historia del Islam quisieron marcar este período como «asr-i saadath», que significa era de felicidad.
Sin embargo, queríamos incluir las palabras paz y prosperidad, ya que usar solo la palabra felicidad podría dar un significado indeseable a un período «feliz». Si bien los primeros musulmanes enfrentaron desafíos, algunos fueron duramente torturados y exiliados debido a sus creencias, y tuvieron que librar algunas guerras, en general la prosperidad del islam, o en otras palabras, la «barakah», floreció en este período.
Fue la gran inspiración que se sembró en este período la que condujo a la edad de oro del Islam entre los siglos IX y X , según muchos historiadores. Contrariamente a la creencia popular, mucho antes del renacimiento y la reforma de la Europa medieval, los países islámicos experimentaron abundantes innovaciones y descubrimientos en diversos campos científicos, como la astronomía, la química, la física y la medicina.
Todas estas innovaciones y la labor de impulsar a la humanidad requerían un cierto estado mental de disciplina y una mayor consciencia espiritual. Estos estímulos se iniciaron desde el asr-i saadaith, ya que los compañeros cercanos del Profeta Muhammad (saw) experimentaron de primera mano su sabiduría, su conexión devocional con Alá (jj), sus valores morales y su nivel espiritual.
El Mensajero de Allah (saw) fue el maestro de los sahaba en esta era de paz, prosperidad y felicidad. Sus hábitos los guiaron, inspirados directamente por el Sagrado Corán. Por lo tanto, los sahaba en el asr-i saadath se mantuvieron firmes en su tesis y su gran propósito relacionado con el Islam. Este propósito fue el único guía en sus vidas.
En otra nota, tal vez los historiadores islámicos quisieron articular la “inocencia y pureza” de ese período llamándolo “la era de la felicidad”.