La población de China ha disminuido por segundo año consecutivo, a pesar de los desesperados incentivos gubernamentales para que las mujeres tengan hijos. En 2023, el número de personas se redujo en 2,08 millones, hasta 1.410 millones. El número de nacimientos se redujo en 500.000.

Este año, 2024, podría presenciarse una recuperación temporal, aunque los demógrafos coinciden en que la disminución de la población es inevitable. Un demógrafo señaló en el periódico oficial Global Times que este es el Año del Dragón, un año en el que tradicionalmente las parejas intentan concebir un hijo.

Un informe del Centro de Investigación para el Desarrollo del gobierno atribuyó la disminución a cuatro problemas intratables: “retraso en la edad para contraer matrimonio, menor disposición entre los jóvenes a tener hijos, reducción en el número de mujeres en edad fértil y mayor prevalencia de infertilidad y subfertilidad”.

En un comentario en vídeo, el columnista del Global Times, Hu Xijin, declaró valientemente que no había motivos para el pesimismo. “La nación china de hoy no decaerá en el proceso de modernización debido a la pereza a la hora de transmitir la línea familiar. Seguramente habrá muchos factores que aumentarán y detendrán la tendencia a la baja de la población”. Sin embargo, los medios occidentales compararon los esfuerzos del gobierno chino para detener el declive con los de otros países como Hungría, Suecia y Japón. En ningún lugar los incentivos financieros han tenido un efecto sustancial.

(Fuente: https://bioedge.org/)

Por JL. Nava

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